¿Fumar tabaco puede ser una manera de meditación y relajación?

Si bien todos sabemos que el tiempo no se detiene y este mismo puede dejar atrás a algunos, es necesario que como personas encontremos una manera de hacer cosas más “lentas” para así poder disfrutar un poco más de los pequeños momentos del día a día. 

No es mentira que el tabaco puede funcionar como un relajante natural (dependiendo del proceso que le den a la hoja del tabaco), es por eso que el tabaco pueda complementar un ritual “terapéutico” o un momento en el que te ayude a pensar,  sentir o hasta planear cuál es tu siguiente paso. 

¿Qué tiene de terapéutico el tabaco? 

El tabaco se ha utilizado en miles de diferentes culturas por diversas razones. Aparte del puro placer de fumar, este se ha usado para la espiritualidad o la pasividad mental. En muchas partes de nuestro planeta, puedes encontrar iglesias, templos o cualquier otro templo espiritual en el cual se queme el clásico incienso, mirra y papeles para liberar humo como una práctica espiritual o con el fin de purificar el alma. 

Para los nativos americanos, el tabaco era un regalo sacramental que también se fumaba en rituales de oración. Fumar tabaco fue visto como una conexión desde el suelo hasta el cielo, pues este cumplía un ciclo de vida, pues las raíces se infiltraban muy profundo en la tierra y al cosechar y al fumarlo este regresaba al cielo en una forma espiritual. Por lo tanto, no es de extrañar que fumar puros cubanos sea una manera increíble de meditar y ser consciente en medio del ajetreo y el bullicio de la vida moderna. 

¿Cómo intensificar la experiencia de fumar tabaco?

Para este momento seguramente al decir “tabaco” tienes en mente un cigarrillo común y corriente, para muchos de los fumadores es fácil encender un cigarro y fumar sin pensar o por algún síntoma de ansiedad, depresión o hasta estrés, pero al final esto lo llevará al mismo punto de partida. Al tratarlo como un ritual digno, estará más presente y notará cada pequeño detalle, proporcionando mucha más satisfacción.

En cierto punto, podríamos comparar el ritual de fumar con el ritual de beber el té de los japoneses. Los japoneses llaman a su ceremonia el “ichigo”, que refiere a un “momento o un encuentro” en el que cada persona compromete por completo sus sentidos al momento de degustar un “simple” té, es decir; que ellos ponen su completa atención para disfrutar de la bebida, lo cual provoca una experiencia más intensificada y compleja.  

Crea tu propio espacio

Su mentalidad es extremadamente importante mientras fuma conscientemente, pero ¿qué pasa si le decimos que su espacio también es igualmente importante? Fumar cigarros, a lo largo de la historia, siempre ha sido una experiencia lujosa en la que el acto y su entorno contribuyen a toda la experiencia, pero con la producción de cigarrillos, todo el proceso se simplificó y surgió el hábito de fumar sin pensar. Al cultivar su espacio y proporcionarle la parafernalia adecuada, puede crear una experiencia de fumar mucho más consciente. Le sugerimos que intente generar su propio cigarro; Esto significa que tendrá su propia habitación separada, lejos de los niños y del cónyuge, donde podrá tener algo de tiempo para usted. Al igual que alguien podría tener una sala de meditación o de oración, usted puede tener su propia sala especial de cigarros.